La camisa blanca es “un clásico”, una prenda que tiene mucha importancia en el mundo de la moda (tanto femenina como masculina) ya que es versátil, atemporal, elegante y fácil de combinar.
Una camisa blanca es una prenda indispensable en cualquier guardarropas.
La camisa blanca se utilizaba originalmente como ropa interior, para proteger la piel y mantener limpio el vestuario exterior.
La camisa blanca es, por ejemplo, un símbolo de estilo personal para la diseñadora Carolina Herrera, quien la ha usado en muchas ocasiones y la ha incluido en sus colecciones. La famosa diseñadora dice: “La camisa blanca siempre ha sido parte de mi vida”.
1. Al estilo clásico
Una camisa blanca al estilo clásico es cuando la utilizamos con un pantalón largo o corto, falda larga o corta, “metida toda por dentro”.
La camisa blanca al estilo clásico es una prenda que ha evolucionado y se ha reinventado a lo largo de la historia y tal como la conocemos ahora, con botones y cuello, es en el siglo XX que comienza a utilizarse en la moda femenina y más específicamente en los años noventa cuando se populariza como símbolo de elegancia y minimalismo, incluso algunos estudiosos de la moda la catalogan como una prenda reivindicativa del feminismo, ya que rompía con los estereotipos de la moda femenina y evoca a una mujer independiente y profesional.
2. Con la “mitad adentro”
Hoy hablamos del front tuck, del half tuck o de las camisas medio metidas por dentro, una tendencia que no dejamos de ver actualmente por todas partes. Lo cierto es que es una tendencia que aunque ya lleva algunos años, sin duda ha sido este verano del 2023 donde más la hemos visto. En Europa, la reina Letizia de España y sus hijas la han utilizado mucho en esta época estival.
3. Como una tercera pieza sobre un top y abierta
Una camisa blanca utilizada como una tercera pieza sobre un top y abierta combina con prácticamente todos los looks tanto unicolores como estampados. Le imprime un toque formal y a la vez desenfadado a tu outfit.
4. Anudada con un short
Las camisas anudadas han sido una tendencia en la moda femenina a lo largo de las últimas décadas. Anudar una camisa blanca es un gesto que consigue darle un giro de 180 grados a nuestro outfit. Las mujeres comenzamos a utilizarlas para mostrar un poco de piel y romper con los cánones conservadores.
Una de las primeras mujeres en lucir este estilo fue Rita Hayworth, que apareció con una camisa blanca anudada en la película Gilda de 1946. Otras estrellas como Marilyn Monroe, Audrey Hepburn o Brigitte Bardot también se sumaron a esta moda tanto en sus apariciones en la gran pantalla como en su vida cotidiana. En los 60s y 70s las mujeres más icónicas en utilizar este estilo con camisas blancas anudadas fueron Cher y Diana Ross. En los 80s y 90s fueron Madonna, Cindy Lauper o Courtney Love.
Actualmente Chiara Ferragni, Paula Ordovás, Gala González o Marta Carriedo famosas e influencers destacan por optar por este estilo.
5. Debajo de un chaleco
Una camisa blanca debajo de un chaleco otorga a nuestro look un estilo clásico y a la vez moderno, En general, el chaleco también es una prenda muy versátil y favorecedora, que se puede adaptar, al igual que la camisa blanca, a cualquier estilo y temporada. Una vez que escojamos el chaleco adecuado para la ocasión, combinarlo con la camisa blanca genera armonía y equilibrio.
6. Debajo de un vestido
Una camisa blanca debajo de un vestido puede ser una forma de darle un toque diferente y original a tu look, en especial cuando quieres crear un contraste entre el color del vestido y la camisa. Por ejemplo, si tienes un vestido negro, rojo o azul, la camisa blanca debajo resalta el tono y le da más luminosidad a tu outfit. También es ideal si quieres añadir una capa extra de abrigo sin perder el estilo. Recuerda que puedes jugar con los puños y el cuello de la camisa para crear diferentes efectos.
7. Para ocasiones mas formales con una falda de seda y zapatos formales
8. Hasta para la playa con una falda pareo o convirtiéndola en una crop-top, escondiendo su cuello y anudada
La camisa blanca es, sin duda, una prenda que nunca pasa de moda y que siempre aporta un toque de distinción y buen gusto y de pulcritud, transparencia y pureza.
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